内容摘要：But for every change Johnson considers to appease the hard-right conservatives, he risks losing support from more traditional and centrist Republicans. Many have signed on to letters protesting deep cuts to Medicaid and the rolling back of clean energy tax credits.

But for every change Johnson considers to appease the hard-right conservatives, he risks losing support from more traditional and centrist Republicans. Many have signed on to letters protesting deep cuts to Medicaid and the rolling back of clean energy tax credits.

La pareja de “cuatro espejos” —como se conoce a popularmente a las mariposas nocturnas Rothschildia Orizaba— es la muestra de que los esfuerzos del museo por salvar 2.600 capullos rescatados de un terreno baldío del centro del país valieron la pena.Ahora confían en que muchas más mariposas puedan nacer en esta especial “guardería”, que han confeccionado para reproducirse en el bosque capitalino, uno de sus hábitats naturales.

México cuenta con unas 1.800 especies de mariposas, y 350 de ellas están en Ciudad de México, una urbe de 10 millones de habitantes (20 millones, contando sus suburbios).Las “cuatro espejos” no son tan conocidas por el público como lasque migran por toda América del Norte, ni están tan amenazadas. Pero en la ciudad cada vez hay menos debido a la creciente urbanización, y tienen un gran simbolismo.

“Los aztecas la nombran ‘mariposa de navajas de obsidiana’, Itzpapalotl”, explica Díaz Batres. ”Y muchos de estos capullos en el norte de México los llenaban de piedritas y se los ponían en sus tobillos para hacer sus danzas”.Los capullos llegaron al museo a finales de diciembre. “Los entregaron en una bolsa y en una caja, todos apachurrados, llenos de ramas y hojarasca... Entonces mi primera misión fue sacarlos, limpiarlos... porque tenían capullos que ya habían emergido, capullos que habían sido comidos por algunos roedores” o que tenían parásitos en su interior, cuenta la bióloga.

Así empezó lo que la directora del museo, Mercedes Jiménez, dice ha sido “una aventura realmente increíble”. Ellos solían encontrar algunos tlacuaches —un mamífero marsupial mediano— o aves heridas que a veces atienden, pero nada parecido a esto.

Bajo la dirección de Díaz Batres, fueron colgando los capullos sanos en todos aquellos lugares donde pensaron que podrían prosperar: el jardín del museo, junto a los pirules —el árbol del que se alimentan— que hay en Chapultepec, e incluso dentro del edificio.At Versailles Restaurant, the epicenter of Miami’s Little Havana, few among its anti-Communist clientele seemed poised to turn on Trump, who visited the iconic cafe twice during the recent presidential campaign. One regular retiree, 83-year-old Rafael Nieto, even wore a giant Trump 2024 hat and pin.

Most of the aging exiles applauded Trump’s migration crackdown overhaul but there were a few cracks in the GOP armor. As the late afternoon banter switched between talk of CIA plots to assassinate Castro and President John F. Kennedy’s failure to provide air cover during the 1961 Bay of Pigs invasion, one retiree stood up and quietly stepped away from his friends.“People are trembling,” Tony Freitas, who came to the U.S. from Cuba in the 1980 Mariel boatlift, said in a hushed voice. “For any little thing, you could be deported.”

AP journalist Gisela Salomon contributed to this report.MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — Luis Suarez and Lionel Messi have been